FOTOS: Juan David Cortés
Mientras 60.000 personas animaban a las jugadoras de Barça y Atlético en el Wanda Metropolitano, un grupo de mujeres muy heterogéneo jugaban al fútbol en pleno Rastro madrileño para reivindicar la igualdad de género y la sostenibilidad del planeta.
«Mujeres Cambiando las Reglas del Juego» es el texto que se lee en un graffiti de Embajador@s, la recién estrenada cancha de fútbol urbano en Lavapiés. Es también el nombre del evento creado por la Red de ONGD Madrid y el Club Dragones de Lavapiés para celebrar el empoderamiento femenino a través del deporte, específicamente del fútbol.
La idea era precisamente dar visibilidad al fútbol base femenino, al que se crea en conexión con los barrios y las comunidades.
Al amparo del graffiti de una mujer gigante y un cielo azul brillante, los partidillos se han sucedido durante toda la mañana en las categorías sub-12, sub-18 y senior.
Ana Rosell, presidenta del CD Tacón e impulsora del proyecto «Ninguna niña sin jugar a fútbol» en centros escolares madrileños, ha contestado a las preguntas del club de periodismo de las dragonas de Lavapiés. Ha confesado que le gustaría tener la edad de jugar a fútbol ahora para vivir las nuevas oportunidades profesionales de este deporte y explica que hace unos pocos años la poca visibilidad del fútbol femenino era tal que le es difícil encontrar para mostrar a su hijo alguna imagen de su etapa de futbolista profesional en clubs como el Atlético de Madrid.
El evento ha sido la oportunidad de lanzar al equipo femenino de mujeres del barrio, muchas de ellas madres de niños que veían asombrados como sus progenitoras y profesoras vestían su mismo uniforme de fútbol.
Junto a clubes como el Unión Magerit y las Dragonas cabe destacar la participación del Bellos Horizontes, un equipo de la Asociación Deportiva y Cultural Alianza Ecuatoriana. En esta asociación juegan 200 mujeres, para quienes la práctica del fútbol es una manera de lidiar con el estrés que se genera en el trabajo y de compartir el tiempo libre.
Según el periodista Rody Rivas existen diecisiete ligas latinas con ochocientos equipos de fútbol en Madrid, de estas ligas, cinco son femeninas.
A las cinco de la tarde ha tenido lugar un taller de acrobacias con el balón impartido por la futbolista y freestyler campeona de España Paula Sanz. Paula, quien ya había visto el partido del Atlético frente al Barça explicaba que la derrota era lo de menos ya que lo que se había puesto de manifiesto era la capacidad del fútbol de generar atención. La campeona de España ha compartido con niñas y niños algunos trucos y mucha energía positiva y ha utilizado para sus ejercicios un balón con los ODS impresos.
Ha sido un día para divertirse y también para reivindicar la igualdad en el deporte. Y así lo han hecho Mar Mas, presidenta de la Asociación Mujeres en el Deporte y la secretaria general, Pilar Calvo, campeona de España de tiro al plato, quienes piden mayor igualdad y mejor cobertura en los medios de comunicación para el deporte femenino.
El equipo de Dragones de Lavapiés es miembro de la iniciativa de Naciones Unidas SDSN Youth y colabora con la Red de ONGD de Madrid en la difusión de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Han elegido esta fecha cercana al 8 de marzo para reivindicar la igualdad de Género: el ODS número 5.
La Red de ONGD agrupa a un centenar de organizaciones para las que sirve de punto de encuentro, dando a conocer su trabajo y facilitando procesos de formación continua. Al mismo tiempo, mantiene un diálogo con administraciones públicas e instituciones sociales y defiende la cooperación descentralizada.
En Dragones juegan 200 niñas y niños de 40 procedencias nacionales distintas y su misión es tejer lazos de solidaridad y comunidad a partir del deporte.
El festival «Mujeres Cambiando las Reglas del Juego» se ha celebrado en Embajador@s, un espacio que la Fundación Atlético de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid han acondicionado con césped e iluminación en el centro de Madrid, en el Rastro. Esta cancha es un ejemplo de transformación urbana a partir de las ideas de niñas y niños. En una de las paredes destaca un gran graffiti del Rey de la Ruina con una mujer gigante y una frase de Rosa Luxemburgo: «Socialmente iguales, humanamente diferentes, totalmente libres».